En California siguen con atención la evolución en el Pacífico del fenómeno de El Niño, que según los científicos podría traer en los próximos meses cuantiosas precipitaciones al suroeste de Estados Unidos, región que está atravesando una de las peores sequías de las que se tiene registro.
Mientras llegan las tan ansiadas lluvias, la falta de agua está poniendo en aprietos a la industria agrícola del estado, la más importante del país, con una producción anual que ronda los US$45.000 millones.
Para poder regar sus cultivos los agricultores dependen cada vez más al agua de los acuíferos subterráneos y ello está teniendo un efecto que no es nuevo pero que se ha agudizado dramáticamente en los últimos años: la tierra se está hundiendo.
El algunas zonas del Valle de San Joaquín, en el Valle Central de California, el terreno se ha hundido más de un metro en la última década, en un fenómeno conocido como subsidencia.
Ello está dañando seriamente infraestructuras como puentes, carreteras y canales irrigación, de los que depende la industria agrícola para sus actividades.
Según un reciente estudio de la NASA, un área cercana a la ciudad de Corcoran se ha hundido 33 centímetros en ocho meses y parte del Acueducto de California se hundió 20 centímetros en tan sólo cuatro meses.
La Agencia Espacial estadounidense obtuvo los datos de subsidencia comparando diferentes imágenes de satélites de la superficie de la Tierra tomadas a lo largo del tiempo.
"Irreversible"
El hundimiento de la tierra es consecuencia de la extracción masiva de agua del acuífero del Valle Central de California, que abarca una superficie de más de 600 kilómetros y contiene agua que en algunos casos se almacenó hace entre 10.000 y 20.000 años.
"A causa del creciente bombeo, los niveles de las aguas subterráneas están alcanzando mínimos de récord, de hasta 30 metros por debajo de registros previos", aseguró Mark Cowin, jefe del Departamento de Recursos Hidráulicos de California.
Según le dijo a BBC Mundo Claudia Faunt, experta del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), en los dos últimos años la extracción de los acuíferos "ha aumentado considerablemente debido a la sequía".
"Cuando se extrae el agua los minerales de la capa freática tienden a compactarse, lo que hace que el terreno en la superficie se hunda", explicó Faunt.
"El problema es que una vez los minerales se comprimen, no vuelven a su estado anterior. Es un proceso irreversible, por lo que subsidencia va a ser permanente", señaló la experta del USGS.
"Cuando se extrae el agua los minerales de la capa freática tienden a compactarse, lo que hace que el terreno en la superficie se hunda", explicó Faunt.
"Si el terreno se hundiera de igual manera en todo el Valle de San Joaquín no sería tan grave. El problema es que en algunas áreas se está hundiendo más rápido que en otras y eso está dañando las infraestructuras en la superfíce".
Insostenible
Tom Farr, geólogo del del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (JPL, por sus siglas en inglés), señala que uno de los problemas de que la subsidencia sea irreversible es que "disminuye la capacidad de almacenaje de los acuíferos".
"Los agricultores saben que lo que están haciendo no es sostenible, pero tampoco tienen muchas opciones debido a la sequía, ya que tienen que mantener sus cultivos", le dijo Farr a BBC Mundo.
"En el último año los niveles de subsidencia se han doblado en algunas zonas, incrementándose también la superfície afectada".
Farr cree que es necesario "dar a los agricultores y a las autoridades las herramientas necesarias para que puedan administrar el agua de manera inteligente".
"Desde la NASA les estamos proporcionando mapas para que sepan dónde se está hundiendo el terreno más rápido, para que no se extraiga tanta agua de esas áreas".
Según Claudia Faunt, del USGS, "para resolver esta situación será necesaria una combinación de medidas".
"El agua de los acuíferos es como una cuenta bancaria. Has de poner en ellos la misma cantidad que sacas para mantenerlos en equilibrio y en estos momentos se está extrayendo mucha más agua de la que se está reintroduciendo".
"Cada vez se ha de perforar a más profundidad para obtener el agua, lo que encarece su precio. Además, el agua a más profundidad es de peor calidad y se ha de tratar", explica la experta del USGS.
"Creo que ese incremento en el precio de la extracción de agua puede ser disuasorio porque llegará un punto en el que los cultivos no serán rentables".
Fant señala nuevas normas van a regular la cantidad de agua que se puede extraer, "algo importante ya que durante décadas no se impuso ningún límite".
"La gente del Valle Central es ahora mucho más consciente del problema, aunque van a tener pasar años o incluso décadas para que se pueda resolver la situación".
Fuente: BBC Mundo
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