Es del término “filisteo” que el nombre “palestino” ha sido tomado. En realidad, los antiguos filisteos y los modernos palestinos tienen algo en común: ¡ambos son invasores de otras tierras! Ése es precisamente el significado de su nombre, que no es una denominación étnica sino un adjetivo aplicado a ellos: peleshet, del verbo “pelesh”, “secesionistas”, “intrusos” o “invasores”.
Los filisteos eran una confederación de pueblos no-semíticos provenientes de Creta, las islas del Egeo y Asia Menor, conocidos también como “Pueblos del Mar”. Las principales tribus eran Tzekelesh, Shardana, Akhaiusha, Danauna, Tzakara, Mása o Meshuesh, Uashesh, Teresh o Tursha, Keshesh o Karkisha, Lukka y Labu.
La patria original del grupo dominante en la federación filistea, o sea los “pelesati”, era la isla de Creta. Cuando la civilización minoica colapsó, también la cultura minoica desapareció de Creta, porque invasores de Grecia tomaron el control de la isla. Estos antiguos que cretenses llegaron al sur de Canaán eran conocidos como “pelishtim” por los hebreos y cananeos (que se aliaron para combatir contra los invasores).
También invadieron Egipto y fueron derrotados por el faraón Ramsés III en el siglo 12 a.e.c. Los filisteos estaban organizados en ciudades-estado, siendo el núcleo principal la Pentápolis: Gaza, Ashdod, Ashkelon, Gath y Ekron, y su territorio era sobre la costa del Mediterráneo, un poco más amplio que la actual “Franja de Gaza” – ¡no la entera Judá, nunca llegaron a conquistar Hevron, Jerusalem o Jericó!
Los Pueblos del Mar que invadieron Egipto fueron expulsados hacia otras tierras del Mediterráneo y no evolucionaron para pasar a ser ningún pueblo árabe, sino que desaparecieron y ya no eran más reconocibles en tiempos de los romanos.
Aquellos que vivían en Canaán fueron derrotados por el Rey David y reducidos a la insignificancia, los mejores guerreros de ellos fueron elegidos por David como su guardia personal. Los filisteos que aún quedaron en Gaza fueron sometidos por Sargón II de Asiria y después de aquél tiempo, desaparecieron definitivamente de la historia. Nunca más fueron mencionados desde el retorno de los judíos de Babilonia.
Conclusión: no hay una sola persona en el mundo que pueda probar de tener ascendencia filistea, sin embargo, si los palestinos insisten, deben reconocerse a sí mismos como invasores en Israel, y deben reclamar a Grecia que les devuelva la isla de Creta! Los filisteos se extinguieron, y toda alusión a una supuesta relación genética con ellos es completamente falsa pues es históricamente imposible de establecer.
En todo caso, reclamar una heredad filistea es inútil pues no puede legitimar ninguna tierra en la cual ellos han sido ocupantes extranjeros y no habitantes nativos.
Los filisteos no eran árabes, y la única característica en común entre ambos pueblos es que en Israel deben ser considerados como invasores, los filisteos desde el mar y los árabes del desierto. Ellos no quieren a Jerusalem porque sea su ciudad, que no lo es y nolo ha sido nunca, ellos simplemente quieren quitársela a los judíos, a quienes ha siempre pertenecido por tres mil años. Los filisteos trataron de quitar a los israelitas el Arca del Pacto, los palestinos modernos tratan de quitarles la Ciudad del Pacto.
Los palestinos: No, ellos no son ningún pueblo antiguo, aunque lo digan. Ellos nacieron en un solo día, después de una guerra que duró seis días en 1967 e.c. Si ellos fueran verdaderos cananeos, hablarían en hebreo y reclamarían a Siria que les dé las tierras ocupadas en el Líbano, pero no lo son. Si fueran filisteos, reclamarían la isla de Creta a Grecia y reconocerían que no tienen nada que ver con la Tierra de Israel, y pedirían excusas a Israel por haber robado el Arca del Pacto.
La tierra llamada “Palestina”
En el siglo 2 e.c., el último intento de los judíos de lograr la independencia del Imperio Romano terminó con el famoso evento de Másada, que es históricamente documentado y universalmente reconocido como el hecho que determinó la Diáspora Judía en manera definitiva. La Tierra donde éstos eventos ocurrieron era hasta entonces conocida como la provincia de Judæa, y no existe ninguna mención de algún lugar llamado “Palestina” antes de ése tiempo.
El emperador romano Adriano estaba muy enfadado con la Nación Judía y decidió eliminar el nombre de Israel y de Judá de la faz de la tierra, para que no hubiera más memoria del país que pertenecía a aquél pueblo rebelde. Entonces decidió reemplazar la denominación de aquella provincia romana y recurrió a la historia antigua para hallar un nombre que pudiera ser apropiado, y encontró que un pueblo extinto que era desconocido en tiempos romanos, llamado “filisteos”, habitó una vez en ésa área y eran enemigos de los israelitas.
Por lo tanto, según la escritura latina, inventó el nuevo nombre: “Palæstina”, un nombre que sería también odioso para los judíos recordándoles sus antiguos rivales.
El emperador hizo esto con el propósito explícito de eliminar todo vestigio de la memoria de la historia judía. Los antiguos romanos, como los modernos palestinos, han cumplido la Profecía de las Escrituras que declara:
“Sobre tu pueblo han consultado astuta y secretamente, y han entrado en consejo contra tus elegidos. Han dicho: ‘Venid, y cortémoslos de ser pueblo, y no haya más memoria del nombre de Israel’.” – Tehilim 83:3-4 (Salmo 83:3-4).
Pero fracasaron, porque Israel todavía vive. Toda persona honesta reconoce que no existe mención del nombre Palestina en la historia antes que los romanos re-denominaran la provincia de Judea, que tal nombre no se encuentra en ningún documento de la antigüedad, no se halla escrito en la Biblia, ya sea en las Escrituras Hebreas como en el Testamento Cristiano, ni tampoco en registros asirios, o persas, macedonios, ptolemaicos, seléucidas o otras fuentes griegas, y que ningún pueblo “palestino” ha sido jamás mencionado, ni siquiera por los romanos que inventaron el término. Si los “palestinos” supuestamente fueran los habitantes históricos de la Tierra Santa, ¿por qué no combatieron por la independencia de la ocupación romana como hicieron los judíos? ¿Cómo es posible que ningún líder palestino dirigiendo una revuelta contra los invasores romanos haya sido mencionado en algún documento histórico? ¿Por qué no resulta ningún grupo de rebeldes palestinos, como por ejemplo los Zelotes judíos? ¿Por qué todos los documentos históricos mencionan a los judíos como los habitantes nativos, y también griegos, romanos y otros como extranjeros que vivían en Judea, pero no se nombra ningún pueblo palestino, ni como nativos ni como extranjeros? Es más, no hay ninguna referencia a algún pueblo palestino en el Qur’an (Corán), aunque los musulmanes dicen que su profeta estuvo una vez en Jerusalem (un evento que no se menciona en el Corán). Resulta evidente que él nunca encontró ningún palestino en toda su vida, ni tampoco sus sucesores.
El califa Salahuddin al-Ayyub (Saladino), conoció a los judíos y cortésmente les invitó a establecerse en Jerusalem, que él reconocía como la Patria de ellos, pero nunca vio a ningún palestino… ¡Decir que los palestinos son el pueblo original de Eretz Israel no está sólo en contra de la historia secular sino también en contra de la historia islámica!
El nombre “Falastin” que los árabes usan hoy para decir “Palestina” no es un nombre árabe, sino que ha sido adoptado y adaptado del latín Palæstina. ¿Cómo puede un pueblo árabe tener un nombre occidental en lugar de uno en la propia lengua? Porque el uso del término “palestino” para un grupo árabe es solamente una creación política moderna sin ninguna base histórica o étnica, y no indica algún pueblo antes del 1967. Un escritor y periodista árabe declaró:
“Jamás existió una tierra llamada Palestina gobernada por palestinos. Los palestinos son árabes, indistinguibles de los jordanos (otra invención reciente), sirios, iraquíes, etc. Tened en mente que los árabes controlan el 99.9 por ciento del Medio Oriente. Israel representa un décimo del uno por ciento de las tierras. Pero eso es demasiado para los árabes. Ellos quieren poseer todo. Y éste es en definitiva el motivo del conflicto con Israel… No importa cuántas concesiones de territorio los israelíes hagan, nunca será suficiente”.
– Joseph Farah, “Mitos del Medio Oriente” –
Tomemos en consideración lo que otros árabes han dicho:
“No existe ningún país que se llame Palestina. ‘Palestina’ es un término inventado por los Sionistas. No hay ninguna Palestina en la Biblia. Nuestro país ha sido por siglos parte de Siria. ‘Palestina’ es ajena para nosotros. Son los Sionistas que han introducido este nombre”.
– Auni Bey Abdul-Hadi, líder árabe sirio en la British Peel Commission, 1937 –
“No existe ninguna cosa llamada Palestina en la historia, absolutamente no”.
– Profesor Philip Hitti, historiador árabe, 1946 –
“Es de público dominio el hecho que Palestina no es otra cosa que la Siria meridional”.
– Representante de Arabia Saudita en las Naciones Unidas, 1956 –
En cuanto a la Tierra Santa, el jefe de la delegación Siria en la Conferencia de Paz de París en febrero 1919 dijo:
“La única dominación árabe desde la Conquista en el 635 E.C. apenas duró como tal 22 años”.
Las declaraciones precedentes, hechas por políticos árabes, fueron anteriores al 1967, porque no tenían la más mínima idea de la existencia de ningún pueblo palestino. ¿Cómo y cuándo ellos cambiaron idea y decidieron que tal pueblo existe? Cuando el Estado de Israel renació en 1948, los “palestinos” no existían aún, los árabes todavía no habían descubierto ese “antiguo” pueblo.
Estaban muy ocupados con el propósito de aniquilar el nuevo Estado Soberano y no tenían intención de crear ninguna entidad palestina, sino solamente distribuir la tierra entre los estados árabes ya existentes.
Fueron derrotados. Trataron nuevamente de destruir Israel en 1967, y fueron humillados en sólo seis días, en los que perdieron la tierra que habían usurpado en 1948.
En aquellos 19 años de ocupación árabe de Jerusalem, Judea, Samaria y la Franja de Gaza, ni Jordania ni Egipto sugirieron la idea de crear un estado “palestino”, porque los aún inexistentes palestinos jamás habrían reclamado el supuesto derecho de tener un propio estado… Paradójicamente, durante el mandato británico, ningún grupo árabe era llamado “palestinos”, sino los judíos!
Lo que otros árabes han declarado después de la Guerra de los Seis Días:
“No hay diferencias entre los jordanos, palestinos, sirios y libaneses. Somos, todos, parte de una misma nación. Es sólo por razones políticas que subrayamos con énfasis nuestra identidad palestina… Sí, la existencia de una identidad palestina separada sirve sólo por propósitos tácticos. La fundación de un estado palestino es una nueva arma para continuar la batalla contra Israel”.
– Zuhair Muhsin, comandante militar de la OLP y miembro del consejo ejecutivo de la OLP –
“Ustedes no representan a Palestina tanto como nosotros. Nunca olviden éste punto: No existe tal cosa como un pueblo palestino, no existe ninguna entidad palestina, existe sólo Siria. Ustedes son parte integrante del pueblo sirio, Palestina es parte integrante de Siria. Por lo tanto somos nosotros, las autoridades sirias, los verdaderos representantes del pueblo palestino”.
– El dictador sirio Hafez Assad al líder de la OLP Yassir Arafat –
“Cuando yo vivía en Palestina, todas las personas que yo conocí podían trazar su ascendencia hasta el país de origen del cual vinieron sus bisabuelos. Todos sabían perfectamente que sus orígenes no provenían de los cananeos, pero irónicamente, ésta era una de las materias que nuestra educación sobre el Medio Oriente incluye.
¡El hecho es que los palestinos de hoy son inmigrantes de las naciones vecinas! Yo crecí sabiendo perfectamente que la historia y los orígenes de los palestinos de hoy provenían as de Yemen, Arabia Saudita, Marruecos, cristianos de Grecia, sherkas musulmanes de Rusia, musulmanes de Bosnia, y los vecinos jordanos.
Mi abuelo, que era un dignatario en Bethlehem, casi perdió su vida ante Abdul Qader Al-Husseni (el líder de la revolución palestina) después de haber sido acusado de haber vendido tierras a los judíos. El nos sabía decir que su pueblo Beit Sahur (Campos del Pastor) en el distrito de Bethlehem era desierto antes que su padre se estableciera allí con otras seis familias. El pueblo ha crecido ahora hasta 30.000 habitantes”.
– Walid Shoebat, un árabe “ex-palestino” –
¿Desde cuándo los “palestinos” viven en “Palestina”?
Según los extravagantes conceptos de las Naciones Unidas, toda persona que pasó DOS AÑOS (!!!) en “Palestina” antes de 1948, con o sin pruebas, es un “palestino”, así como todos sus descendientes. De hecho, los líderes de la OLP demandan el “derecho” de todos los palestinos a regresar a la tierra que ellos ocuparon antes de junio de 1967 e.c., pero se refutan con vehemencia de regresar a la tierra donde vivían sólo 50 años antes, es decir, en 1917 e.c. ¿Por qué? Porque si aceptaran hacerlo, tendrían que establecerse nuevamente en Irak, Siria, Arabia, Libia, Egipto… y sólo un puñado de árabes permanecería en Israel (por Israel se entiende toda la Tierra entre el río Jordán y el Mar Mediterráneo, más la región del Golan).
Es enteramente documentado que los primeros habitantes de Eretz Israel eran los pioneros judíos, y no los árabes llamados palestinos. Algunos testigos oculares han escrito sus memorias acerca de la Tierra antes de la inmigración judía:
“No hay ni una aldea solitaria a través de toda la extensión (valle de Jezreel, Galilea); no por treinta millas en cualquier dirección… Uno puede recorrer diez millas en la región sin ver un alma viva. Para experimentar el tipo de soledad que causa tristeza, ven a Galilea… Nazaret es abandono… Jericó yace en desolada ruina… Bethlehem y Bethania, en su pobreza y humillación… desposeídas de toda criatura viviente… Una región desolada cuyo suelo es rico, pero completamente despojado de toda… una expansión silenciosa, lúgubre… una desolación… Nunca vimos un ser humano en todo el recorrido… Difícilmente se ve un árbol o un arbusto en algún lado. Incluso el olivo y el cactus, aquellos amigos del suelo árido e indigno, han desertado… Palestina yace en silicio y cenizas… desolada y desamorada…”.
– Mark Twain, “The Innocents Abroad”, 1867 –
¿Dónde se habían escondido los palestinos que Mark Twain no los vió? ¿Dónde estaba aquél “antiguo” pueblo a mitad del siglo XIX? Por supuesto, los políticos árabes de hoy tratan de desacreditar a Mark Twain e insultarlo y culparlo de racismo. Sin embargo, resulta que había otras personas que no lograron reconocer a ningún palestino en aquellos tiempos, ni antes:
“En 1590 un ‘simple visitante inglés’ en Jerusalem escribió: ‘Nada allí es interesante excepto un poco de las viejas murallas que aún permanecen, todo el resto es matas, espinos y cardos’.”.
– Gunner Edward Webbe, Palestine Exploration Fund,
Quarterly Statement, p. 86; de Haas, History, p. 338 –
“la tierra en Palestina carece de gente que pueda cultivar su suelo”.
– Thomás Shaw, arqueólogo británico, mediados del s. XVIII –
“Palestina es una tierra arruinada y desolada”.
– El conde Constantine François Volney, autor e historiador francés del s. XVIII –
“Los árabes mismos no pueden ser considerados sino residentes temporarios. Plantaban sus tiendas en los campos o construían sus lugares de refugio en las ruinas de las ciudades. No han creado nada allí. Siendo extranjeros en esa tierra, nunca lograron ser los propietarios. El viento del desierto que los llevó allí también un día los llevará a otra parte sin que hayan dejado algún señal de su pasaje”.
– Comentarios de cristianos acerca de los árabes en Palestina en el s. XIX –
“Luego entramos en el distrito montañoso, y nuestros pasos se sentían sobre el lecho seco de un antiguo torrente, cuyas aguas deben haber sido abundantes en el pasado, así como la tenaz y turbulenta raza que una vez habitó esos salvajes montes. Debe haber existido algún cultivo unos dos mil años atrás.
Las montañas, o grandes montes rocosos que circundan este pasaje rústico, tienen crestas sobre sus laderas hasta la cima; en estas terrazas paralelas hay aún algo de suelo verde: cuando el agua fluía aquí, y el país era habitado por esa extraordinaria población que, según las Sacras Historias, era numerosa en la región, estas terrazas de montaña deben haber sido jardines y viñedos, como los que vemos hoy a lo largo de las costas del Rin.
Ahora el distrito es completamente desértico, y se lo recorre entre lo que parece haber sido muchas cascadas petrificadas. No vimos animales en aquél paisaje rocoso; escasamente una docena de pequeñas aves durante todo el recorrido”.
– William Thackeray en “De Jaffa a Jerusalem”, 1844 –
“El país está considerablemente despoblado de habitantes y por lo tanto su mayor necesidad es de presencia humana”.
– James Finn, cónsul británico en 1857 –
“Hay muchas pruebas, como antiguas ruinas, acueductos rotos, y restos de viejas rutas, que muestran que el país no ha sido siempre tan desolado como se ve ahora. En la porción de llanura entre Monte Carmel y Jaffa difícilmente se halla alguna aldea o otras señales de vida humana. Hay algunos rudos molinos que han sido arrastrados por la corriente de antiguos torrentes. Un viaje de una hora más nos llevó a las ruinas de la antigua Cesarea, que un tiempo fue una ciudad de doscientos mil habitantes, y la capital romana de Palestina, pero ahora completamente desierta.
A la puesta del sol notamos el puerto desolado, que una vez estaba repleto de naves, y miramos en vano hacia el mar tratando de ver algún barco. En éste que fue un mercado populoso, pleno de rumor del tráfico, reinaba el silencio del desierto. Después de cenar nos reunimos en nuestra tienda como siempre para hablar de los sucesos del día, o de la historia de la localidad. Sin embargo era triste, cuando me recostaba en la noche, a escuchar el rumor de las olas y a pensar en la desolación a nuestro alrededor”.
– B. W. Johnson, en “Young Folks in Bible Lands”, cap. IV, 1892 –
“El área era despoblada y permanecía económicamente muerta hasta la llegada de los primeros pioneros Sionistas en los 1880s, que vinieron a reconstruir la Tierra Judía. El país ha seguido siendo “la Tierra Santa” en la conciencia religiosa e histórica de la humanidad, que la relaciona con la Biblia y la historia del pueblo judío.
El desarrollo del país producido por los judíos ha atraído también gran número de otros inmigrantes – judíos y árabes. La ruta que va desde Gaza hacia el norte era sólo un camino usado en el verano apropiado para camellos y carros… Las casas eran todas de barro. No se veían ventanas…
Los arados que se usaban eran de madera… Las cosechas eran muy pobres… Las condiciones sanitarias en la aldea [Yabna] eran horribles… Las escuelas no existían… La tasa de mortalidad infantil era altísima… La parte occidental, hacia el mar, era prácticamente un desierto… Las aldeas en ésta área eran pocas y escasamente pobladas. Muchas ruinas de poblados dispersas en el área, porque debido a la difusión de la malaria, muchas aldeas fueron abandonadas por sus habitantes”.
– Informe de la British Royal Commission, 1913 –
La lista de viajeros y peregrinos a través de los siglos XVI hasta XIX e.c. que coinciden en dar descripciones similares de la Tierra Santa es muy larga, incluyendo Alphonse de Lamartine, Sir George Gawler, Sir George Adam Smith, Siebald Rieter, sac. Michael Nuad, Martin Kabatnik, Arnold Van Harff, Johann Tucker, Felix Fabri, Edward Robinson y otros. Todos ellos hallaron el país casi vacío, exceptuando las comunidades judías en Jerusalem, Shchem, Hevron, Haifa, Safed, Irsuf, Cesarea, Gaza, Ramleh, Acre, Sidon, Tzur, El Arish, y algunos poblados en Galilea:
Ein Zeitim, Pekiin, Biria, Kfar Alma, Kfar Hanania, Kfar Kana y Kfar Yassif. Incluso Napoleón I Bonaparte, habiendo visto la necesidad que la Tierra Santa fuera poblada, tuvo en mente programar un retorno masivo de los judíos de Europa para que se establecieran en el país que él reconocía como de ellos – evidentemente, el emperador no vio a ningún “palestino” reclamando derechos históricos sobre la Tierra Santa, cuyos pocos habitantes eran casi todos judíos.
Además, muchos documentos árabes confirman el hecho que la Tierra Santa era de población y cultura judía a pesar de la Diáspora:
·En 985 e.c. el escritor árabe Muqaddasi se quejaba que en Jerusalem la gran mayoría de la población era judía, diciendo que “la mezquita está vacía y sin adoradores…”.