Un nuevo mapa publicado por el Programa de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA, revela que más de 556 asteroides impactaron en la atmósfera durante un período de 20 años entre 1994 y 2013.
La buena noticia es que la mayoría son pequeñas bolas de fuego inofensivas que se desintegran cuando llegan a la atmósfera, dijo la agencia espacial en un comunicado de prensa.
Una excepción obvia se produjo el 15 de febrero de 2013, cuando un asteroide de 16 metros de diámetro, con una masa de hasta 10.000 toneladas se estrelló con la tierra en la región de los Urales en Rusia, atravesando el cielo de la mañana en Chelyabinsk, antes de impactar con una explosión que hirió a más de un millar de personas y causó un daño estimado de 33 millones de dólares en daños.
La NASA dijo que el asteroide Chelyabinsk fue el más grande que ha impactado contra la Tierra durante el período de la cartografía de la agencia.
Los asteroides son definidos por la NASA como cuerpos rocosos que orbitan alrededor del Sol. Algunos de ellos son lo suficientemente grandes como para ser considerados planetas menores.
Cuando pedazos de un asteroide o un cometa se desprenden del cuerpo principal, se convierten en meteoritos. Un meteorito es en realidad la luz que se ve en el cielo cuando entra en la atmósfera de la Tierra. Una lluvia de meteoritos se ve cuando una gran cantidad de estas partículas más pequeñas caen en la Tierra. Según la NASA, los meteoritos suelen ser pequeños, pero pueden variar “desde partículas de polvo a tener el tamaño de una roca.”
El programa NEO ayuda a detectar y rastrear rocas espaciales que podrían causar un peligro potencial para la Tierra.
“Los nuevos datos podrían ayudar a los científicos a afinar las estimaciones de la distribución de los tamaños de los NEOS”, explicó la NASA. “Encontrar y caracterizar asteroides peligrosos para proteger nuestro planeta es una alta prioridad”.
La NASA también está desarrollando una misión para modificar la trayectoria de los asteroides. En un plan que suena muy parecido a la ciencia ficción, la NASA quiere redirigir una roca espacial en órbita alrededor de la luna en la década de 2020 para que los astronautas puedan estudiarla más de cerca. La misión también podría ayudar a desarrollar maneras para desviar un asteroide en curso de colisión con la Tierra.
Fuente: CNN en Español
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