Proverbios 27:1-12 RVR1960
No te jactes del día de mañana; Porque no sabes qué dará de sí el día. Alábete el extraño, y no tu propia boca; El ajeno, y no los labios tuyos. Pesada es la piedra, y la arena pesa; Mas la ira del necio es más pesada que ambas. Cruel es la ira, e impetuoso el furor; Mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia? Mejor es reprensión manifiesta Que amor oculto. Fieles son las heridas del que ama; Pero importunos los besos del que aborrece. El hombre saciado desprecia el panal de miel; Pero al hambriento todo lo amargo es dulce. Cual ave que se va de su nido, Tal es el hombre que se va de su lugar. El ungüento y el perfume alegran el corazón, Y el cordial consejo del amigo, al hombre. No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre; Ni vayas a la casa de tu hermano en el día de tu aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejos. Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón, Y tendré qué responder al que me agravie. El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y llevan el daño.
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