sábado, 16 de agosto de 2014

"Dios movió los misiles que no podíamos derribar", dice operador de Cúpula de Hierro

El sistema antimisiles de Israel, Cúpula de Hierro, ha sido un gran éxito durante la guerra con Gaza, pero en ocasiones puede fallar en interceptar los cohetes que los terroristas disparan hacia territorio israelí.

El 10 por ciento de los cohetes de Hamas que debería ser detectados por los radares de Cúpula de Hierro, no son interceptados, lo que impactarían en zonas pobladas israelíes si siguieran su rumbo, causando importantes bajas israelíes. 

Pero de alguna manera, no fue así. En un informe anterior, que publicó Acontecer Cristiano.Net, hablamos de un militante de Hamás que atribuía la falta de precisión de sus misiles a la intervención del Dios de Israel, moviendo los cohetes fuera de curso para proteger a su pueblo.

"Nosotros apuntamos bien nuestros cohetes, pero su Dios cambia la trayectoria en el aire", dijo el militante de Hamás cuando un periodista le preguntó, por qué no podían alcanzar sus objetivos.

El sitio Israel Today, informa de un hecho por más sorprendente, un operador de la Cúpula de Hierro, cuya batería falló tres veces en interceptar un misil dirigido hacia Tel Aviv, asegura que el misil no llegó a impactar por milagro de Dios.

"Un misil fue disparado desde Gaza. Cúpula de Hierro calcula precisamente [su trayectoria]. Sabemos que estos misiles van a caer en un radio de 200 metros. Este misil en particular, iba a golpear las Torres Azrieli, la Kirya (el equivalente del Pentágono de Israel) o la estación central de trenes de Tel Aviv. Cientos podrían haber muerto".

"Disparamos el primer [interceptor]. Falló. El segundo [interceptor]. Falló. Esto fue muy raro. Yo estaba en shock. En esos momentos, teníamos sólo 4 segundos para que el misil impactara. Ya habíamos notificado a los servicios de emergencia a converger en la ubicación de destino y habíamos advertido de catidad de víctimas".


De repente, la Cúpula de Hierro (que calcula las velocidades del viento, entre otras cosas) muestra un gran viento viniendo del este, un fuerte viento que envió el misil hacia el mar. Todos estábamos impresionados. Me puse de pie y grité: ¡Fue Dios!"

"Fui testigo de este milagro con mis propios ojos. No me lo contaron. Vi la mano de Dios llevar a ese misil al mar".

Es impresionante los hechos que se dan de acuerdo a la promesa de Dios con Israel. En otro caso, de acuerdo con lo que afirma el coronel Ofer Winter, comandante de la Brigada de Infantería Givati, describe una misteriosa niebla que los cubrió favorablemente cuando a él y sus tropas avanzaban hacia una posición enemiga a la luz de la mañana. El Coronel Winter se refiere al episodio como "nubes de gloria".


Fuente: NoticiasEnLineaPR.com

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