Tras sufrir un proceso deRápida Intensifiación durante varias horas seguidas, Amanda, el primer ciclón tropical de la temporada en el Pacífico Noreste, daba la gran campanada batiendo el record de intensidad para un mes de mayo.
En el foro de debate se ha venido siguiendo los progresos de este huracán, que cuando fue ascendido al grado de Tormenta Tropical, recibiendo el nombre de Amanda, aspiraba a convertirse en un huracán, pero sin imaginar que adquiriría tal intensidad.
La imagen que encabeza esta noticia, en modo visible y con un balanceo extra de la imagen para poner en énfasis las protuberancias y formas en los topes nubosos asociados al huracán, era adquirida ayer por el satélite TERRA (sensorMODIS) de la NASA, en la que ya se podía apreciar su gran tamaño y el enorme grosor de su anillo convectivo alrededor del ojo.
Uno de los satélites GOES del NOAA, centrado en el seguimiento del huracán, tomaba esta espectacular imagen en modo visible, con Amanda alcanzando su pico de intensidad, justo por debajo de la categoría 5.
En ese momento se convertía en el huracán más intenso para un mes de mayo en la era de los satélites meteorológicos.
El Centro Nacional de Huracanes de Florida se hacía eco de la noticia en su cuenta de Twitter para huracanes del Pacífico.
El fenómeno es súmamente significativo cuando la temporada de huracanes 2014 en el Pacífico Noreste acaba de comenzar, siendo climatológicamente el momento de la misma en que menos ciclones tropicales se forman.
Un Océano Pacífico Noreste con temperaturas por encima de la media.
Como ya hemos destacado en anteriores noticias relacionadas, la formación de Amanda está íntimamente ligada al hecho de que en esta cuenca oceánica las temperaturas de las aguas superficiales, SST, están por encima de lo normal en algunos casos incluso en más de +2ºC por encima.
Esta figura es muy clara a este respecto, con colores cálidos en toda la zona, y desviaciones positivas importantes allí donde Amanda se ha formado.
Dos días antes, las anormalías en algunas zonas ya eran muy destacadas, observándose en esta figura, similar a la anterior.
A su vez, estos valores de SST por encima de la media están relacionadas con un ENSO que tiende a un episodio de El Niño de los más intensos de varias décadas.
El NOAA prevé una actividad de ciclones tropicales por encima de lo normal en el Pacífico Noreste.
No resulta extraño que el NOAA prevea una actividad por encima de lo normal en esta cuenca oceánica, tal como publica en una nota de prensa en Internet.
De este modo, considera un 50% de probabilidades de que la actividad ciclónica en el Pacífico Noreste esté por encima de lo normal; un 40% de que sea normal, y un 10% de que esté por debajo de lo normal.
En esta vía considera un 70% de probabilidades de que se formen entre 14 y 20 tormentas nombradas, incluyendo de 7 a 11 huracanes, de los cuales de 3 a 6 convirtiéndose en huracanes mayores.
Esta predicción era publicada el jueves 22 de mayo, poco antes de que Amanda se formase, por lo cual los meteorólogos expertos del NOAA se aseguran ir en la senda adecuada.
La formación de Amanda puede ser un hecho aislado, pero no se le puede restar valor en el sentido de que la temporada de este año puede ser una de las más intensas de la historia, y no bajaremos la guardia.
Fuente: CazaTormentas.Net
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