domingo, 14 de enero de 2018

Rosh Hashaná: ¿Cómo es que el año nuevo #judío empieza en el séptimo mes?


Rosh Hashaná es una de las fiestas más importantes y más famosas del judaísmo.

Uno de aquellos días en que se vuelven tan importantes tanto cultural como tradicionalmente que familias enteras se reúnen para verse; las personas dejan de asistir a su trabajo para ir a una comida o el templo, sin importar que tan religiosos, tradicionalistas o ateos sean.

Si alguna vez has asistido a una de estas celebraciones o tienes amigos que festejen Rosh Hashaná habrás escuchado que “es nuestra fiesta de año nuevo judío”. Eso suena muy bien al inicio, pero cuando te adentras un poco más descubres que “Rosh Hashaná es el primer día del séptimo mes” y las cosas dejan de estar tan claras. ¿Cómo es posible que el año inicie en el séptimo mes?, ¿qué no se supone que el año se basa en los meses y por eso el año siempre empieza en el primer mes?, pues la respuesta es no; cuando tienes un calendario lunar y uno solar, los meses no necesariamente corresponden a los años y esto es lo que sucede en el judaísmo, ya que tenemos varios calendarios.

Cuatro días para celebrar año nuevo

En realidad, tenemos cuatro días en los que celebramos algún año nuevo: Rosh Jodesh Elul, el primer día del mes de elul, era el año nuevo de los animales domesticados; Tu B’Shvat es el año nuevo de los árboles, Rosh Jodesh Nisán, el primer día de nisán es nuestro aniversario como nación y Rosh Hashaná es el aniversario de la creación. Cada uno de ellos tiene una función halajica en el conteo de los días y los años; y un significado especial sobre cómo se observa el tiempo en la tradición judía.

Por ejemplo, Tu B’shvat inicia pocos meses antes de la primavera cuando los árboles aún no tienen hojas pero empiezan a despertar de su etapa de inactividad, cuando la resina empieza a recorrer la corteza nuevamente. Es decir, el año nuevo de los árboles empieza cuando éstos renacen, marca un ciclo en la naturaleza y un cambio en las estaciones. Al mismo tiempo, este día se usaba para contar los años que se debía dejar reposar al árbol antes de cortar sus frutos. Como en otras prácticas judías, en estas fiestas, el tiempo es un puente de unión entre el mundo interno del hombre y el espacio que lo rodea.

Calendario lunar y calendario solar

De los cuatro fiestas que marcan el inicio de un año, las dos más significativas son Rosh Jodesh Nisán y Rosh Hashaná, porque se dirigen directamente a la conformación espiritual del hombre y su actuar. Juntas guardan una relación simbólica importante y juntas forman el calendario sobre el cual se basan el resto de las festividades judías.

Cuando observamos la Torá, vemos que hay dos ciclos temporales que deben estar en congruencia: el ciclo lunar y el ciclo solar.Cuando D-os le ordena a Moisés santificar el tiempo, le ordena santificar el inicio de la luna y contar los meses y las fiestas en base a ese día. Ese día fue Rosh Jodesh Nisán, el primer mes que fue santificado en la Torá. En base a él se organiza la sucesión de los meses que imita los ciclos lunares.

Sin embargo, cuando se habla de Pesaj, también ordena que dicha fiesta debe ser celebrada siempre en la primavera. Lo mismo con Sucot que debe ser celebrada en el momento de cosecha y con Shavuot que se celebra en los tiempos de las primeras frutas. Son fechas que se determinan a través del calendario solar. 

Para que ambos calendarios coincidan desde los tiempos del Sanhedrín (La Asamblea de Sabios) cada dos o tres años se agregaba un mes al ciclo solar. Este procedimiento se llevaba a cabo realizando un conteo de ciclos de 19 años 7 de los cuales eran años a los que se les agregaba un mes. La Mishná (texto que registra la tradición oral) describe ese procedimiento designando a Rosh Hashaná como el día que marca el cambio de los años, el inicio del conteo. Por eso Rosh Hashaná es la fiesta que recibe el nombre de “Inicio del año”. De ella dependían todos los ciclos anuales, como el reposo de la tierra, la liberación de un servicio obligado, entre otros deberes comunitarios. Mientras que Rosh Jodesh Nisán marcaba todo lo referente a los ciclos mensuales: todas las celebraciones, la mayoría de los sacrificios y la santificación del mes. 

Básicamente gran parte del actuar público del judío se realiza en relación a estas dos fechas ¿por qué es así? ¿Cuál es su relación y principal importancia?

Significado, importancia de las fechas

Ambas fiestas se refieren al actuar del hombre como criatura privilegiada por D-os y al actuar del judío como miembro de Israel. Rosh Hashaná es el sexto día de la Creación, el día en que D-os creo a Adán y Eva. Contamos los años judíos en base a este día como recuerdo de que el mundo entero fue dado al hombre para elevar a D-os. El sentido de toda la materia se fundamenta en ese primer día en que fuimos creados “a la imagen y semejanza de D-os”. Al mismo tiempo, también marca los ciclos solares, que marcan el trabajo sobre la tierra, tu necesidad y tu deber como ser humano. Mientras que Rosh Jodesh Nisán recuerda al Éxodo judío.

Santificar el mes de nisán fue la primera mitzvá (mandamiento) que recibimos de D-os como nación y ese día empezaron las preparaciones para el sacrificio del carnero y la salida de Egipto. Fue el día en que empezamos a convertirnos en un pueblo y decidimos seguir a D-os en sus mandatos. Las dos fechas nos recuerdan nuestra identidad: la razón por la que fuimos creados y el amor que le tiene D-os al hombre. Por eso son las dos fiestas que marcan el pasar de nuestros años, registran nuestro pasado y nuestro futuro.

Fuente: Enlace Judío

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