El cristianismo evangélico ha inundado a Corea del Sur.
Este país, que una vez fue resueltamente chamanístico y confusionista, ahora parece tener más iglesias que abastos. Desde pequeñas capillas hasta las iglesias más grandes del mundo, el horizonte de las ciudades más importantes está iluminado con cruces de neón.
Los cristianos evangélicos predican casa por casa, reparten volantes y material impreso de sus iglesias en las esquinas, y ruedan por la ciudad dando sermones y homilías a través de megáfonos, instándote a aceptar a Jesús o a prepararte para enfrentar la ira del diablo. Es muy difícil pasar algunos días en Corea sin que alguien te predique.
Los cristianos evangélicos predican casa por casa, reparten volantes y material impreso de sus iglesias en las esquinas, y ruedan por la ciudad dando sermones y homilías a través de megáfonos, instándote a aceptar a Jesús o a prepararte para enfrentar la ira del diablo. Es muy difícil pasar algunos días en Corea sin que alguien te predique.
“Vemos a Corea como la segunda Jerusalén,” dijo Hong Su Myeon, un voluntario de avanzada edad de la Presbiteriana Somang, una megaiglesia en Gangman. Él dice que Corea está liderando una ola de evangelización alrededor del mundo.
Al mismo tiempo, Hong dice, “Es verdad que [mucho] del cristianismo está corrompido. Sin embargo hay muchos pastores trabajando duro sin ser vistos, y su pasión por Dios es lo que hace que seamos tan exitosos en Corea.”
Lo que puede resultar más sorprendente al visitar Corea es que solo el 29% de la población se identifica como cristiana, de eso, aproximadamente tres cuartas partes protestante y una cuarta parte católica. Pero su entusiasmo es tan grande que eclipsa al 23% que es budista, y el 46% que dice no pertenecer a religión alguna.
“Es bastante sorprendente” cuán entusiastas son los cristianos coreanos, dice el Dr. Hwang Moon-kyung, profesor de historia de la Universidad del Sur de California. “Ellos te dan la impresión de que Corea es un país muy religioso cuando en realidad no lo es. Pero los que son religiosos tienden a serlo muy fervorosamente.”
Hasta la persecución
Este es uno de los mayores enigmas históricos del Asia Oriental: ¿Cómo este pequeño y dividido país pasó de ser uno donde los cristianos eran una nota a pie de página –un escaso 1% de la población en 1900- a ser uno de los que produce más misioneros que ningún otro país del mundo, excepto los EEUU.
Nadie hubiera podido predecir el éxito del cristianismo en Corea 200 años atrás. El catolicismo se introdujo primero en el Siglo XVIII gracias al retorno de estudiantes confusionistas que estaban en China, pero ellos lo asumieron con un interés académico. Esto implicó la llegada directa de misioneros católicos franceses y chinos a principios del Siglo XIX que puso en marcha la primera avanzada misionera.
“Durante los primeros 75 años [la iglesia católica] fue sometida a la más terrible persecución, comparable con la historia de la Iglesia primitiva,” dice el Dr. James Grayson, profesor de Estudios Coreanos Modernos en la Universidad de Sheffield. Asesinatos, torturas y masacres fueron dirigidas a los primeros cristianos por los reyes de Joseon, quienes vieron las enseñanzas de la Iglesia sobre la igualdad ante Dios como una amenaza directa a su poder.
Al menos 8.000 católicos fueron asesinados, y desde entonces varios de ellos han sido canonizados, haciendo de Corea el cuarto país del mundo con más santos. En 1984, el papa Juan Pablo II canonizó 103 de una sola vez.
Explicando y resistiendo un mundo convulsionado
La llegada del protestantismo en el Siglo XIX lo cambió todo. Para ese momento, los reyes de Jeseon estaban perdiendo su poder rápidamente, sus protectores chinos se estaban retirando, y un Japón en ascenso, América y Rusia tenían los ojos puestos sobre la península coreana. El país necesitaba toda la gracia que Dios pudiera darle.
El protestantismo llegó principalmente por misioneros americanos, tales como Horace Allen y la familia Underwood (famosos por sus máquinas de escribir). Ellos construyeron las escuelas, hospitales y universidades que los reyes no hicieron. Los cristianos tenían la reputación de que trataban a los campesinos con respeto, en comparación con el desprecio que le tenía la nobleza tradicional. La Biblia fue traducida al Hangul usando un sencillo sistema de fonética, en vez de usar solo caracteres chinos que la mayoría no hubiera podido leer.
El cristianismo se convirtió en una fuente de resistencia, especialmente contra el colonialismo japonés, que comenzó en 1910 y fue famoso por su brutalidad. Aunque no todas las iglesias eran anti japoneses, algunas lo eran.
“Para ese momento Corea no tenía otra esperanza”, dijo el Dr. Andrew Park, profesor de Teología y Ética del Seminario Teológico Unido en Dayton, Ohio. “ Ellos no podían depender de China, Rusia, América ni ningún otro país. Ellos no ayudaban. Solo Dios. Ellos estaban muy desesperados.”
Grayson dice que la anexión proveyó un enlace entre el nacionalismo y el cristianismo. “La Iglesia coreana nunca tuvo que responder preguntas acerca de la asociación con el imperialismo occidental, porque el imperialismo en Corea era japonés.”
Religión americana, protección americana
Cuando los japoneses se fueron en 1945, la iglesia estaba altamente consolidada. El primer presidente surcoreano, Syngman Rhee, fue un protestante educado en EEUU. Inclusive Kim Il-sung, primer gobernante de Corea del Norte, fue presbiteriano cuando niño.
Después de la Guerra de Corea, los surcoreanos vieron a los americanos como salvadores, y a la religión americana y el cristianismo como una fuente de fuerza y riqueza. Los líderes protestantes en Corea del Sur “se volvieron muy familiares con la también llamada religión protestante al estilo americano, un tipo de religión americana”, según el Dr. Song Jae-Ryong, profesor de Sociología en Universidad Kyunghee, y Presidente de la Asociación Coreana para Sociología de la Religión. Ellos adoptaron los temas evangélicos americanos y trabajaron duro para convertir a Corea del Sur en una nación cristiana.
“De algún modo, América se convirtió en un sustituto del rol que tradicionalmente ocupó China,” dice Grayson, la de un hermano mayor protector. Esto afectó el modo como los cristianos se veían a sí mismos, e hizo de América “el modelo de un Estado cristiano”.
Entre 1950 y 1980 Corea del Sur fue gobernada por una serie de hombres fuertes y generales asesinos. Algunos eran cristianos y otros no lo eran pero todos eran fanáticos anticomunistas, lo cual resultaba compatible con el protestantismo evangélico.
Muchos predicadores cristianos eran del norte, Pyongyang fue un semillero del cristianismo antes de la Guerra de Corea y cuando ellos huyeron al sur trajeron un odio virulento contra el comunismo. El cristianismo conservador evangélico engrana bien con los autoritarios, dictadores de mentes desarrolladas, y las dos fuerzas se complementan la una con la otra.
La evangelización se esparció con el desarrollo. Frecuentemente, las nuevas fábricas tenían capellanes, como lo hicieron los militares, lo que requería tres años de servicio de cualquier joven varón coreano. El trastorno provocado por la veloz industrialización envió a muchos coreanos a las capellanías luchando por algo en lo cual creer.
“Si la sociedad cambia muy rápidamente a gran escala, algunas personas son dejadas atrás, y esas personas tienen emociones y sentimientos sicológicos de privación”, dice Song. Como resultado, ellos irán frecuentemente a la iglesia, tal vez a una de la que le hablaron en el trabajo o a la que se enteró por un volante en la calle.
El ascenso de la Megaiglesia
Muchas personas también dejaron sus pueblos por ir a la gran ciudad, y de pronto se encontraron solos con necesidad de un grupo social, una cultura donde los grupos sociales tienen excesiva importancia para la identidad. En muchos casos, mientras más grande sea el grupo, mejor.
El evangelista más exitoso fue, por mucho, Cho Yong-si, también conocido como Paul o David Cho. Al final de los 50 él fundó Yoido Full Gospel Church, con -tal como le gusta presumir- solo seis miembros. Ahora es la iglesia más grande del mundo con más de 830 mil miembros. Ocupa una manzana entera en el centro de Seúl y vale muchos millones de dólares.
Hay docenas de megaiglesias en Corea – Presbiteriana Somang, Nambu Full Gospel, Asambleas de Dios, Gracia y Verdad, Presbiteriana Myungsung, Metodista Kum Ran, Presbiteriana Young Nak, Metodista Soong Eui-todas ellas con más de 50 mil asistentes cada domingo, algunas muy por encima de los 100 mil.
Park dice que las megaiglesias tienen un “efecto aspiradora”, succionando miembros de las iglesias pequeñas. “A la gente le gusta reunirse”, dice Park, explicando la popularidad de las megaiglesias en Corea. “Mientras más gente se reúna, más feliz es la gente”.
También dice que las iglesias grandes hacen menos presión para que seas miembro, porque eres más anónimo.
Las iglesias grandes ofrecen otros beneficios tangibles. “Si perteneces a una gran iglesia, eso te da un gran sentido de pertenencia”, dice Song. “Y esa iglesia, como todos son miembros de una familia en lo emocional, se ayudan para hacer redes empresariales, negocios, y así sucesivamente”.
Cristianismo coreano
Muchos pastores han estado ansiosos por imitar el éxito de Cho con su Yoido Full Gospel. El cristianismo siempre ha sido sinónimo de riqueza en Corea, pero en el caso de Cho, es un poco más que eso. En 2014, Cho fue condenado por malversación de 12 millones de dólares de los fondos de la iglesia, recibió una multa y le suspendieron la sentencia, aunque su hijo sí fue a prisión. La iglesia fue tan trastocada que Ancianos atacaron a Ancianos (incluso físicamente) y las acusaciones crecieron de tal manera que los 12 millones de dólares fueron apenas la punta del iceberg. Cho y su familia desaparecieron secretamente más de 500 millones de dólares.
A lo largo de Corea, las historias de lujosos estilos de vida libres de impuestos de líderes protestantes causaron una desconfianza casi universal por parte de los no cristianos, y muchos cristianos se hartaron de lo que ellos percibieron como corrupción generalizada detrás del púlpito. Una encuesta del 2015 encontró que solo el 20% de los coreanos creen en los pastores protestantes.
“La ideología de la religión cristiana o el protestantismo, es que un cristiano pobre no es cristiano”, dice Song. Existe la creencia generalizada, influenciada por el chamanismo, de que Dios quiere que seas rico, y quiere que la nación coreana sea rica. La mayoría de los cristianos atribuyen el rápido crecimiento a la prosperidad de Corea del Sur a la obra de Dios.
Tanto en el presente como en el pasado, los coreanos visitan chamanes, personas que supuestamente hablan con espíritus que están a su alrededor, no para cuidarles en el más allá, sino para la buena fortuna de ahora, para el éxito en los negocios, la sanidad de alguna dolencia, por buenas calificaciones en el examen de un hijo. Este chamanismo se ha infundido dentro del cristianismo coreano, donde los cristianos oran diariamente por salud, riqueza y felicidad, y los ministros cristianos trabajan para garantizarlo.
“Siempre ha habido la creencia básica de que el predicador, llámese chaman o ministro cristiano, tiene este tremendo acceso a los dioses o a Dios”, dice Hwang. Cho, como muchos ministros cristianos y la mayoría de los chamanes, afirma ser capaz de sanar espiritualmente a personas de enfermedades médicas reales, especialmente la parálisis. Al final de cada servicio en Yoido, el ministro lee una larga lista de condiciones médicas exigiendo que se vayan.
Los servicios protestantes en Corea rara vez son moderados, las personas caen en trances, hablan en lenguas, y proclaman en voz alta su lealtad a Dios con la esperanza de cosechar los beneficios no solo en la vida futura sino también en esta.
¿No más crecimiento?
El atractivo del protestantismo evangélico parece haber chocado con un muro. Las tasas de asistencia y el número de coreanos que dicen ser protestantes, se ha estancado. El movimiento de democratización causó que muchos jóvenes coreanos se resintieran con el régimen tan conservador que muchas iglesias apoyaron. Corrupción, batallas intestinas dentro de las iglesias, y el singular enfoque de crecimiento a cualquier costo perjudicó la asistencia a las iglesias.
En contraste, la iglesia católica ha seguido creciendo, en buena medida porque es percibida como progresista, anti-régimen, por encima de la corrupción y más democrática, por irónico que esto pueda parecer a las mentes reformistas de occidente. Kim Dae-jung, un disidente muy conocido durante las dictaduras y que luego se convertiría en presidente y ganaría el Premio Nobel de la Paz, era católico. Aunque había una teología “minjung” entre algunos protestantes, hizo hincapié en la democracia y la libertad durante la dictadura, y esto solo fue predicado en pocas iglesias.
La pregunta sigue siendo cómo serán las relaciones entre las diferentes facciones religiosas en Corea del Sur. Los protestantes mantienen una poderosa fuerza conservadora, obstaculizando los eventos de orgullo LGBT, manifestando en contra de Corea del Norte, e incluso manifestando en contra de la introducción de la carne Halal en algunas tiendas, una medida destinada a atraer turistas de países musulmanes.
En 2009, algunas evidencias evolucionistas fueron retiradas de las escuelas secundarias a causa de la presión de grupos religiosos, y una tercera parte de los coreanos –más que el número de cristianos- no cree en la evolución.
El expresidente Lee Myung-back fue criticado por los budistas y los no-religiosos por conformar su gabinete con miembros de su misma iglesia, la Presbiteriana Somang, donde él es un Anciano. El actual presidente Park Geun-hye es ateo, pero la base conservadora que lo apoya es de los cristianos.
El entusiasmo evangélico para enviar misioneros a lugares que la mayoría nunca iría –incluyendo Afganistán, Irak, Jordania y Yemen- ha causado dolores de cabeza al gobierno. En el 2007, después de ignorar las advertencias del gobierno, 27 misioneros coreanos en Afganistán fueron secuestrados por el Taliban, y dos fueron asesinados. En 2009, el ministro coreano de relaciones exteriores advirtió a los cristianos coreanos detener las misiones en los países árabes, temiendo que eso convirtiera a los coreanos en objetivos terroristas.
Volver a Somang
Pero para el visitante ocasional, el cristianismo difícilmente parece estar desapareciendo.
Park Yong-jin, un hombre de edad media esperando a las afueras de la Iglesia Somang, dice que Corea es particularmente bendecida por Dios por encima de otros países, y que el cristianismo “ayudó a Corea a adaptarse a la cultura occidental y disponerse para el desarrollo”. Cuando le preguntamos por qué los coreanos son tan apasionados con su religión, él respondió, “Es el carácter de los coreanos. ¡Nosotros siempre somos apasionados!”
Parados cerca de las escaleras de la misma iglesia, Park Ki-min dijo que, para él, el cristianismo no se trata de riqueza material o crear redes de negocios, o jactarse del tamaño de la congregación.
“Mi meta es despertar cada día y sentirme agradecido con Dios”, dice. “Y este es el modo correcto de vivir”.
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Originalmente publicado en inglés en http://thediplomat.com/
Dave Hazzan es un escritor independiente canadiense en Corea del Sur que ha escrito mucho acerca de la sociedad y la cultura coreana. Ha sido publicado en VICE, Korea Herald, Korea Times, entre muchas otras publicaciones.
Fuente: PalabraFresca.wordpress.com
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