El Islam pasa por encima de todos los símbolos del Cristianismo de Occidente. El Islam está obsesionado con sobrepasar los símbolos del cristianismo occidental, porque es una ideología de conquista y subyugación.
Uno es Saint-Denis, el epicentro del Cristianismo de París, a unas cuantas estaciones de tren del Campo de los Elisios. Tiene el nombre de Denis y su compañero Eleuterio, los mártires que pagaron con sus vidas por cristianizar esta región. Es también el lugar de Charles Martel, quien detuvo la victoria e invasión de los árabes en el año 732 y es tradicionalmente conocido por detener la Islamización en Europa. Como el escritor Gilles Kepel escribio, "la ciudad antigüa de los reyes se ha convertido en La Mecca de Francia". Los extremistas islámicos han cultivado muchas fantasías acerca de tomar el lugar religioso de Saint Denis.
Los musulmanes fundamentalistas están ahora ocupados en la "reconquista de la Mezquita de Córdoba". Las autoridades locales de la ciudad española han hecho un reclamo a la Iglesia Católica por tener legalmente la mezquita-catedral bajo su custodia. Construida en el lugar donde está la iglesia de San Vicente, ha servido como mezquita por más de 400 años cuando los musulmanes en España fueron parte del califato desde Gibraltar hasta Persia (Irán)., antes de que los cristianos del reino de Castilla fuera conquistado y convertido en una catedral. Ahora los musulmanes la quieren de vuelta.
Con la caída de Constantinopla, la tradición cristiana imperial ha eclipsado. Y la iglesia Santa Sofía en Estambul, una de las catedrales más grandes del Cristianismo por siglos, fue convertida en una mezquita. Ha sido también marcada como un ícono historico de Estambul por los pasados 85 años.
La Re-Islamización de Asia Central preocupa a los rusos. Esa es la razón por la que Putin ha peleado tan fuerte en Chechenia.
La nueva ola de Vladimir Putin está basada en el mito de que Rusia es como "la Tercera Roma", el estado europeo más grande por 1,100 años, regido por la dinastía Cristiana más grande que nunca conquistó otro poder extranjero; un lugar que protegía esta región de Europa de las invasiomes de los islámicos y los mongoles. Esa es la razón por la cual la re-islamización de Asia Central preocupa a los rusos.
Fueron cuatro capitales del Imperio Romano: Roma, Cartago, Alejandría y Antioquía. Solo la primera aún pertenece al Imperio de Occidente. El Islam ya ha tomado posesión de las otras tres. Esta es la razón por la que el Estado Islámico ha publicado la primera revista llamada "Rumiyah", haciendo un llamado a ataques terroristas estilo lobo solitario en Occidente. Rumiyah es la palabra árabe para Roma.
El Califato está obsesionado con la idea de levantar la bandera negra sobre el domo de la Basílica de San Pedro en Roma. En sus vídeos de propaganda se ve el Coliseo Romano en llamas e inundado en un mar de sangre. Abu Mohammed al Adnani, el portavoz del Estado Islámico, anunció que "conquistarán Roma, y que majarán sus cruces, y que reducirá a sus mujeres a esclavas". El califato quiere ver la Basílica de San Pedro proclamando la misma fe que las iglesias de Mosul, donde el califato ha borrado todo rastro de Cristianismo, o la Gran Iglesia Verde de Tikrit.
Pero no es solo el Califato. Hay una tradición islámica que quiere convertir a Romiyyah al Islam y convertirla en la base de los musulmanes que conquistarán el mundo occidental. Por eso es que Arabia Saudita ha financiado en Roma la construcción de una de las más grandes mezquitas en toda Europa.
La caída de Roma está basada en el mito islámico de Heraclius y la carta que el Imperio Bizantino escribió a Mahoma reconociéndolo a él como "el mensajero de Dios mencionado en el Nuevo Testamento: Jesús el hijo de María fue anunciado". Ahmad ibn Hanbal, el fundador de la escuela islámica de leyes Hanbali (ahora en poder de Arabia Saudita), reportó que el profeta del Islam pudo haber predicho que "la ciudad de Constantinopla, caería primero que Roma".
En 2003, a la altura de la guerra de Irak, Osama bin Laden realizó un discurso en contra de "la Nueva Roma". Tres años después, en el comienzo de la lectura del papa Benedicto XVI en la Universidad de Resenburg, Al Qaeda urgió a los musulmanes a "conquistar Roma así como conquistaron Constantinopla". En la TV Al Aqsa, en un anuncio de Hamas de Gaza, sermones incitaron a tomar posesión de Roma, mientras que Muhammad ibn Abd al Rahman al Arifi, imam del rey Fahd de la Academia Militar en Arabia Saudita, anunció que el Islam "controlará Roma e introducirá el Islam".
El último resultado del secularismo extremo europeo pudo ser el Califato de Europa en el cual el destino de sus bellas y antigüas catedrales fueron recapituladas en Constantinopla. Una Europa en la cual la fe de los "muezzin summons" de orar en la logia central de San Pedro en Roma, mientras que Notre Dame ha sido transformada en la Hagia Sophia, una gran iglesia Cristiana que se ha convertido en un museo islámico.
Esto ha pasado ya en las catedrales Británicas, las cuales desde 1970 comenzaron cargando a los visitantes por admisión por una decisión económica, pero uno de los mensajes más desastrozos en el cual edificios se convirtieron en museos en vez de lugares de adoración.
¿Suenan como alucinaciones hoy día las fantasías islámicas radicales?
Fuente: Winds of Jihad
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